Sabiduría femenina – Diosas, hadas, brujas y científicas

 

Palau Requesens, Real Academia de Bones Lletres, Barcelona (España)
Sabiduría femenina. Diosas, hadas, brujas y científicas
17 de octubre

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Fotografías:©2013 Marisa Ferrer P.

En el marco gótico del Palau Requesens, sede de la Reial Acadèmia de Bones Lletres, ha tenido lugar este acto organizado por Fent Història (Haciendo Historia), una asociación creada con el objeto de agrupar a quienes se han licenciado en Historia, para intercambiar experiencias y buscar soluciones a problemas comunes.

En concreto, y dentro del grupo de trabajo  de historia de las mujeres, esta jornada estuvo dedicada a rescatar las sabias contribuciones femeninas en el desarrollo de la sociedad, a través de tres tipos de mujer: las diosas civilizadoras; las hadas o brujas, portadoras y transmisoras de la sabiduría popular  y, finalmente, el saber oficial que ha llevado a la magnífica generación actual de mujeres científicas.

Después de la bienvenida dada por el Presidente de la Academia, el Dr. Pere Molas, iha intervenido la Sra. María Isabel Gascón, presidenta a su vez de la mencionada asociación, quien ha presentado la jornada, inaugurada por la Sra. Francina Vila, concejal de Dones i Drets Civils del Ayuntamiento de Barcelona y la Sra. Montserrat Gatell, presidenta de l’Institut Català de les Dones.

La primera en tomar la palabra ha sido la Dra. Maria Dolors Molas, profesora titular de Historia Antigua de la Universitat de Barcelona, que ha pronunciado una resumida pero esclarecedora conferencia bajo el título de Àrtemis, deessa de la natura i dels animals salvatges, protectora de les dones i de les amazones (Artemisa, diosa de la naturaleza y de los animales salvajes, protectora de las mujeres y de las amazonas).

La Dra. Molas ha hablado de esta diosa, una de las seis más grandes del panteón olímpico griego del primer mileno a.C., la Diana de los romanos, y de su papel entre las deidades que servían como ejemplo de comportamiento, con lo que se pretendía educar a la población. Artemisa era la diosa protectora de los cachorros y de los cazadores, y se la representaba con su arco, su carcaj y la permanente compañía de sus perros. En esta su faceta de diosa de la naturaleza y de la caza, se muestra independiente, valiente, enérgica y competitiva, pudiendo llegar a ser violenta y cruel, capaz de provocar incluso la muerte tanto de hombres como de mujeres cuando se trataba de proteger el cuerpo femenino contra el acoso sexual masculino o la transgresión de la virginidad en el caso de ellas, las doncellas que formaban su cortejo. Puso como ejemplo la muerte de Orión a manos de Artemisa, motivada según la leyenda por varias razones, entre las que se hallan la de que intentó seducirla a ella y violar a una de sus discípulas.

Ha seguido la Dra. Molas con la descripción de las particularidades del mito de la hermana gemela de Apolo, que aun cuando permaneció virgen toda su vida, devino protectora del ciclo vital femenino y de los partos. Símbolo y modelo de la femineidad, presidía las Brauronias, ceremonias de iniciación de las niñas, cuyas ofrendas de juguetes y muñecas eran un acto de abandono de la infancia de la que pasaban, prácticamente sin gozar de la adolescencia, a ser mujeres adultas, después de un periodo de preparación en el que permanecían bajo la custodia de la diosa en santuarios  alejados de las ciudades y muchas veces en territorios fronterizos. Allí recibían instrucción para llegar a ser sumisas esposas y madres perfectas. Artemisa, aun siendo virgen y cazadora, independiente y enérgica, era el modelo a seguir por las mujeres casadas,aunque, de tener marido, no hubiera podido ser independiente ni  enérgica.

Seguidamente ha tomado la palabra la Dra. Josefina Roma, profesora titular jubilada de Antropología de la Universitat de Barcelona. Su charla ha versado sobre Bruixes i Fades, una saviesa en els marges de la societat (Brujas y Hadas, sabiduría al margen de la sociedad).

En su interesante exposoción sobre esos personajes ha explicado que el uso de la magia y de la hechicería es tan antiguo como las sociedades, y dentro de éstas, quienes manipulaban o eran cercanos a lo sagrado disponían de medios para hacer el bien a su grupo, pero también eran capaces de hacer el mal. Era esta última capacidad la que se cernía siempre sobre ellos en forma de la sospecha que albergaban aquellos que podían convertirla en certeza, con objeto de usarla en su favor y en contra de los considerados enemigos, permitiéndoles deshacerse de ellos.

Ha añadido otra visión de este fenómeno que no se puede obviar. Para ella, las brujas y las hadas son las dos caras del mismo personaje y que, lejos de ser fruto de la imaginación popular, si bien protagonistas de leyendas y canciones populares, se trataba de seres bien humanos, componentes de pueblos cazadores recolectores que, víctimas de invasiones de otros pueblos, pasaban a quedar confinados en los bosques por los vencedores. Su mejor conocimiento del entorno por ser el propio, y por tanto su habilidad en el aprovechamiento de los recursos disponibles, propiciaban el recelo de los forasteros, que atribuían su saber a la magia y a poderes ocultos. La mayor visibilidad de las mujeres, cuya presencia era más permanente que la de los hombres, ausentes durante largos periodos de cacería, hacía que fueran ellas las receptoras de las simpatías o antipatías de las gentes, aún cuando las dificultades de comunicación perjudicaban las más de las veces el entendimiento.  

Los estudios de leyendas y canciones de la Dra. Roma le han permitido recoger características comunes dentro de la variedad, como vestimentas, poderes o incapacidades, así como constatar el olvido al que los vencedores relegaron a esos pueblos y su sabiduría, que fue en tiempos de fechorías y malhechores  fuente de persecuciones y masacres; nada que ver con las perversas brujas y las rutilantes hadas a que nos tienen acostumbrados los cuentos y las películas.

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Fotografías:©2013 Marisa Ferrer P.

Después de una corta pausa, ha sido el turno de la Dra. Carme Valls, doctora en medicina y especialista en endocrinología, que dirige el programa Mujer, salud y calidad de vida del CAPS (Centro de Análisis y Programas Sanitarios), dedicado a la investigación y docencia sobre temas de salud, mujeres y género desde una perspectiva integral e interdisciplinaria con el objetivo de investigar y evidenciar las diferencias de género en la salud y en los servicios sanitarios.  

Bajo el título Les dones en el discurs de la ciencia. Dones Sàvies (Las mujeres en el discurso de la ciencia. Mujeres Sabias), ha empezado retrotrayendo su exposición a los tiempos en que la sabiduría de las mujeres en el campo de la ciencia permanecía invisible en un mundo masculino, y estaba ligada a los cuidados necesarios para la reproducción de la especie y por tanto también a la conservación de los alimentos y a la cura de enfermedades, quedando las más de las veces encerrados estos conocimientos dentro de las paredes de los conventos. Ha citado ejemplos de mujeres sabias que, o bien habían dejado sus escritos, como Hildegarda de Bingen, o bien, como Madame Curie, demostraron con sus investigaciones que ellas podían formar parte del mundo académico y científico. Ha continuado con sus reflexiones sobre cómo la diferente mirada femenina sobre algunos aspectos de la vida y de la ciencia hacía que sus aportaciones fueran desechadas al no atenerse a los cánones oficiales.

La Dra. Valls, ha continuado abogando por una nueva ciencia que, en el caso de la medicina, hiciera más visible la sabiduría femenina abordando los problemas de salud desde una perspectiva integral, teniendo en cuenta las condiciones de vida y de trabajo; una nueva ciencia que supere la exclusión de las mujeres en nombre del rigor científico. Según dice, «hemos de hacer Ciencia para luchar contra los estereotipos de la Ciencia. Hemos de hacer Ciencia cambiando los métodos de hacer Ciencia, cambiando el cómo y sin resignarnos a adaptarnos a las reglas de juego `preestablecidas’” en las que no hemos tenido ninguna posibilidad de colaboración.

La Dra. Teresa M. Vinyoles, profesora jubilada del Departamento de Historia Medieval, Paleografía y Diplomática de la Universitat de Barcelona, ha moderado la mesa redonda que ha tenido lugar después de los parlamentos, bajo el título Manos que curan. Médicas y curanderas medievales en la Corona de Aragón, en el transcurso de la cual se ha hablado de unos conocimientos antiguos, transmitidos por vía oral y mediante la práctica, que van más allá de lo que hoy denominamos “científico”. Se ha dialogado sobre el saber médico de las mujeres del pasado: conocimientos sobre el cuerpo, la salud y el amor; sobre el mundo visible e invisible; sobre la vida y la muerte. Se conocen los nombres de antiguas “mujeres sabias”: comadronas, herbolarias, cirujanas, curanderas… herederas de unos conocimientos ancestrales paralelos a los conocimientos médicos clásicos impartidos en las aulas, vetadas a las mujeres pero cuyos escritos, sin embargo, como por ejemplo los de la antes citada Hildegarda de Bingen, fueron utilizados por los médicos del siglo XV.

La Dra. Vinyoles, ha seguido exponiendo casos documentados de mujeres que obtuvieron licencia real para ejercer, a pesar de las prohibiciones establecidas a finales del siglo XIII. Nombres que sirven de ejemplo de las muchas mujeres que en tiempos pretéritos y utilizando los medios que tenían a su alcance se dedicaban a cuidar de la salud de sus contemporáneos. Curanderas, comadronas, hechiceras, magas, adivinas…así se las conocía hasta que en el siglo XV empezaron a “volar”, y se las empezó a llamar brujas.

Finalizadas todas las intervenciones, ha clausurado la jornada la Dra. Lourdes Cirlot, Vicerrectora de Relaciones Institucionales y Cultura de la Universidad de Barcelona.

Así se ha cerrado una más de las muchas actividades que forman parte del programa de esta asociación catalana de estudios históricos, www.fenthistoria.org, con sede en Hotel d’Entitats de Gràcia, en Barcelona.

 

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Marisa Ferrer P.
Barcelona, 17-10-2013