El ChatGPT emite toneladas de CO2 y consume grandes cantidades agua
ChatGPT emite 8,4 toneladas de CO2 al año, más del doble de lo que emite un individuo, que son 4 toneladas al año. Por otra parte, algunos estudios calculan que sólo en procesar los datos, las empresas que utilizan la IA contaminan tanto como toda la industria de la aviación junta.
[Empresa – Información Digital / Medio Ambiente]
A quienes nos preocupa conservar el planeta Tierra y no deteriorarlo hasta su muerte o colapso, es muy posible que no hayamos pensado en cómo impacta en el mismo la tecnología de la Inteligencia Artificial (IA), y no digamos todo lo que hace referencia a Internet.
Por ejemplo, un minuto de navegación en Internet consume 250KB(15MB/hr.), descargar una canción consume 4 MB, cargar una fotografía en red social gasta 5 MB, y un minuto de streaming de video con definición estándar gasta 11.7MB (700MB/h).
Se calcula que los centros de datos y las redes de transmisión representan ya más del 3% del gasto mundial de electricidad, según la Agencia Internacional de la Energía.
Esta cifra podría crecer hasta el 4% en 2030, espoleada por la mayor demanda energética que supone el auge de la IA, la digitalización y la computación en la nube.
Más de la mitad del sector está controlado por grandes corporaciones tecnológicas como Amazon, Microsoft o Google, cuyas mayores instalaciones tienen capacidad para absorber unos 198 megavatios (MW), suficiente para abastecer a unos 150.000 hogares en Estados Unidos. (elperiodico.com, 13-10-2023).
Nos preocupamos de no gastar papel, de reciclar bien plásticos o cristal; o de no malgastar agua en nuestros hogares, y en cambio no nos enteramos de que ChatGPT (Chat Generative Pre-Trained Transformer) consume medio litro de agua en cada conversación sencilla.
De cómo afecta ChatGPT al medio ambiente
El alto consumo de energía de ChatGPT puede aumentar la demanda de electricidad, contribuyendo al agotamiento de los recursos naturales y al cambio climático.
Además, el funcionamiento de estos sistemas emite gases de efecto invernadero, exacerbando aún más el problema del cambio climático. (revistamercado.do, 16-07-2024).
ChatGPT se ha convertido rápidamente en una de las plataformas digitales más usadas de toda Internet por lo que mantenerla le resulta bastante caro a OpenAI.
La cantidad de recursos y energía necesaria para que los servidores del chatbot sigan funcionando es inmensa y, curiosamente, también requiere de un exceso de agua impresionante.
El agua y la Inteligencia Artificial
Según un estudio de la Universidad de Colorado Riverside y la Universidad de Texas Arlington, que mide el impacto energético que tienen los modelos de lenguaje de IA como GPT-3 y GPT-4, las compañías usan una gran cantidad de agua dulce para enfriar los servidores que están destinados a mantener funcionando estos servicios.
Por lo que detalla el informe, Microsoft destina hasta 700 mil litros de agua a sus centros de datos en Estados Unidos solo para entrenar a GPT-3.
Los investigadores del informe afirman que este gasto de agua dulce se triplicaría “si el entrenamiento se hubiera realizado en los centros de datos asiáticos de Microsoft”.
Para ejemplificar la descomunal cantidad de este recurso que la firma tecnológica de Redmond ha consumido para enfriar sus servidores para el entrenamiento de la IA, los autores del estudio señalan que con estos 700 mil litros de agua, BWM pudo haber producido hasta 370 coches y Tesla hasta 320. (Redacción RPP, 13-04-2023).
Cada sesión del chatbot se ‘bebe’ medio litro de agua
Las cifras del agua que ChatGPT gasta son incluso más impresionantes cuando se toma en cuenta que cada sesión de unas 20 a 50 preguntas del chatbot consume una botella de agua de 500 ml.
Aparentemente, esto es bastante bajo, pero considerando la popularidad de la plataforma de IA de OpenAI en la actualidad, millones de personas conversan con la IA a diario y esto se traduce en un gasto excesivo de agua.
Si tenemos en cuenta que la escasez de agua limpia se incrementa con el pasar de los años, los investigadores instan a que las firmas tecnológicas encargadas del desarrollo de la IA “deberían asumir su responsabilidad social y predicar con el ejemplo abordando su propia huella hídrica”.
No obstante, el estudio no especifica una solución eficaz con la que OpenAI o Google puedan reemplazar el actual proceso. (Redacción RPP, 13-04-2023).
Otros problemas medioambientales del ChatGPT
El estudio de la empresa francesa Shneider Electric pone sobre la mesa datos alarmantes: la IA consume actualmente unos 4.3 GW de energía en todo el mundo (lavanguardia.com 27-10-2023).
Según Cleanfox, al realizar una consulta en Google o cualquier otro motor de búsqueda, podemos llegar a liberar 16.800 gramos de CO2 por minuto. (plataformazeo.com, 27-04-2023).
La IA puede tener una gran huella energética cuando se implante de forma generalizada, que en el futuro podría superar la demanda de energía de algunos países.
«Teniendo en cuenta la creciente demanda de servicios de IA, es muy probable que el consumo de energía relacionado con la IA aumente significativamente en los próximos años», afirma el fundador de la plataforma DigiEconomist, Alex de Vries, en un comentario publicado en la revista Joule.
El entrenamiento de estas herramientas de IA requiere alimentar los modelos con una gran cantidad de datos, un proceso que consume mucha energía.
Hugging Face, una empresa de desarrollo de IA con sede en Nueva York, informó de que su herramienta de IA multilingüe generadora de texto consumió unos 433 megavatios-hora (MWH) durante el entrenamiento, suficiente para abastecer de energía a 40 hogares estadounidenses medios durante un año. (elperiodicodelaenergia.com, 12-10-2023).
Los datos, alimento de la IA
Para que esta tecnología pueda funcionar necesita alimentarse de una gran cantidad de datos. Sin ellos, esta IA ni siquiera existiría.
Y para tratar toda esa ingente cantidad de información entran en escena los centros de datos o data centers que son los mayores responsables de la emisión de gases de efecto invernadero y los que consumen una mayor cantidad de energía.
Es cierto que la IA puede ser utilizada para combatir el cambio climático ya que basándose en los datos, permite actuar de forma preventiva para evitar determinados escenarios.
Pero para manejar y analizar esos datos se necesita utilizar mucha energía. Es decir, aparte de datos, para que ChatGPT pueda trabajar, necesita consumir enormes cantidades de electricidad.
Algunos estudios calculan que sólo en procesar los datos, las empresas que utilizan la IA contaminan tanto como toda la industria de la aviación junta.
El problema es que cada vez va a haber más empresas y usuarios que empleen ChatGPT y otras soluciones de IA y, por tanto, su uso incrementará el consumo energético.
ChatGPT, esa aplicación de Inteligencia Artificial Generativa, emite 8,4 toneladas de dióxido de carbono al año, es decir, más del doble de lo que emite un individuo, que son 4 toneladas al año.
Evidentemente, el tipo de fuente de energía que se utilice en el centro de datos puede incrementar o reducir esa cifra: aquellos que empleen carbón o gas natural generan emisiones mucho más altas en comparación con aquellos que se nutran de energía solar, eólica o hidroeléctrica. (blog.signus.es, 12-06-2023).
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Equipo Torrese
eMagazine 39ymas.com
Fuentes:
elperiodico.com
revistamercado.do
Redacción RPP
lavanguardia.com
plataformazeo.com
elperiodicodelaenergia.com
blog.signus.es
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freepik.es – evening_tao
creativeart – freepik.es
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1 – 23-07-2024