Hambre hedonista – La tentación de comer por placer
El hambre hedonista se produce por la tentación que provocan en nosotros ciertos alimentos, generalmente ricos en calorías, grasas y azúcares.
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Víctimas del hambre hedonista
¿Por qué tras una comida, cuando ya estamos saciados, no podemos decir que no a un postre de chocolate? Lo que nos provoca el deseo de comer este postre no es una necesidad fisiológica, sino el impulso del hambre por placer, conocida como hambre hedonista.
El hambre hedonista se produce por la tentación que provocan en nosotros ciertos alimentos, generalmente ricos en calorías, grasas y azúcares.
La cadena de acontecimientos neuronales que produce el hambre hedonista provocan un efecto idéntico al del hambre fisiológica o por supervivencia, es decir, la persona experimenta una sensación real de hambre y, por esta razón, es tan difícil de controlar.
Nadie escapa del hambre por placer
Si hasta ahora se atribuía a una falta de voluntad el hecho de no poder resistir a las tentaciones de comida, la evidencia científica nos revela que nadie escapa del hambre hedonista.
El deseo hacia los alimentos viene generado por mecanismos de recompensa del cerebro que se activan a través de hormonas y neurotransmisores como la dopamina.
El Dr. Carlos Diéguez, Catedrático de la Universidad Santiago de Compostela, director científico del grupo de investigación Obesómica Funcional del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), explica cómo actúa el hambre hedonista:
“En el hambre hedonista se genera la activación de determinados grupos neuronales, como son los del área ventrotegmental o del núcleo accumbens –concentra los mecanismos cerebrales del placer- que liberan neurotransmisores como la dopamina.
Esto no sólo desencadena nuestro apetito, sino que además la ingesta de esos alimentos nos genera placer”.
Se arruinan los propósitos de las dietas que empiezan a primero de año
Con el inicio del año y los buenos propósitos que se tienen al iniciarlo, muchos se deciden a empezar un plan de adelgazamiento que no siempre resulta exitoso por la intromisión del hambre hedonista o hambre por placer.
Este deseo por comer, de difícil control, interfiere en nuestras decisiones alimentarias y está condicionado por un entorno que nos pone a prueba continuamente con impactos de comida, ya sea por imágenes, olores o conversaciones:
La mayoría de las dietas que se inician en enero no se siguen con éxito y están influenciadas por un entorno hostil a la adopción de un estilo de vida saludable, el mismo que desencadena que en el periodo navideño se sumen kilos.
En este sentido, el Dr. Diéguez señala: “La única manera de controlar el hambre por placer es a través de metodologías conductuales que nos lleven a actuar de manera saludable y a controlar el entorno”.
La gestión del hambre hedonista, clave para adelgazar
Controlar el deseo que provoca el hambre hedonista no es posible, pero sí podemos gestionar estos impulsos. Lo fundamental es saber elegir lo que comemos, gestionar el entorno y adoptar buenos hábitos.
> Ser más conscientes de lo que se ingiere.
> Gestionar el entorno con el conocimiento y reconocimiento de las situaciones de riesgo (p.e. comer fuera de casa, compromisos laborales, ocasiones especiales, viajes, tentaciones en la compra, trabajo…)
> Fomentar buenos hábitos a través de pequeños cambios que se convierten en acciones automáticas y que facilitan respuestas adecuadas ante cualquier situación que ponga en peligro el plan de adelgazamiento.
Poco a poco, estos pequeños cambios se convertirán en hábitos que ayudarán a adoptar un estilo de vida más saludable.
European Public Relations Services S.L.
Alicia González
agonzalez@europr.es
Madrid
Páginas de origen de las imágenes:
Tim Douglas – pexels.com
medciencia.com/diferencias-entre-comer-por-hambre-y-comer-por-placer
Ver:
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Actualizado: 12-01-2023
2 – 25-11-2015
1- 03-02-2013