Joan Guinovart – Adiós al fundador del Instituto Investigación Biomédica
Joan Guinovart solía repetir, con el orgullo del padre de la criatura, cómo el IRB ha demostrado que es posible que, en una ciudad como Barcelona, existan estructuras de investigación que puedan competir con el resto del mundo.
[Ciencia – Bioquímica]
Joan Josep Guinovart Cirera (Tarragona, 3 de julio de 1947 – 1 de enero de 2025), licenciado en Farmacia por la Universitat de Barcelona, se doctoró en 1973, y posteriormente estuvo en el departamento de farmacología de la Universidad de Virginia (1974-1975).
Según Guinovart, en declaraciones hechas cuando le invistieron Doctor Honoris Causa por la Universidad de Andrés Bello (Chile):
«La llegada a Estados Unidos fue un choque cultural y científico. El Departamento de Farmacología de la Universidad de Virgina, a pesar de su modesto tamaño, tenía una gran vitalidad.
Joe, que era su director, había reclutado a una serie de jóvenes brillantes, dos de los cuales, Al Gilman y Ferid Murad, acabaron obteniendo el Premio Nobel.
El ambiente en el laboratorio era muy estimulante y frecuentemente las luces no se apagaban por la noche porque siempre había alguien trabajando.
Aprendí mucho de mis compañeros, en particular de John Lawrence, que falleció relativamente joven en 2006, y de Peter Roach, con quien me sigue uniendo una buena amistad».
Especializado en bioquímica clínica, de 1978 a 1980 trabajó en el Hospital de Bellvitge y de 1980 a 1985 fue jefe del servicio de análisis clínicos de la Seguridad Social.
Al mismo tiempo, era profesor de bioquímica en la Facultad de Farmacia de la Universitat de Barcelona (1975-1983) y catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universitat Autònoma de Barcelona (1986-1990). En la Universitat de Barcelona, también desempeñó el cargo de director del departamento de 1995 a 2001.
Otros cargos
Fue coordinador del Área de Biología Molecular y Celular de la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (ANEP), director general del Parque Científico de Barcelona, miembro de la Comisión Asesora de Ciencia y Tecnología de la Generalitat de Catalunya y del Consejo Asesor para la Ciencia y Tecnología.
En 1983 recibió los Premios August Pi i Sunyer y Prat de la Riba del Institut de Estudis Catalans (IEC), en 1998 recibió la Medalla Narcís Monturiol al Mérito Científico de la Generalidad de Catalunya, y en 2014 se le otorgó la Cruz de San Jorge de la Generalitat.
Des 2005 a 2018 dirigió el Instituto de Investigación Biomédica (IRB), del que fue fundador, ubicado en Barcelona. También presidió la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE), fue miembro de la Real Academia de Farmacia y, desde 2008, senador legado de Tarragona, ciudad de la que en 2007 fue nombrado Hijo Predilecto.
También fue presidente de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular, y de la Unión Internacional de Bioquímica y Biología Molecular (IUBMB), y formó parte del Comité Ejecutivo de la Federación de las Sociedades Bioquímicas Europeas (FEBS).
Figura clave en Bioquímica
El comunicado del Instituto de Investigación Biomédica decía: «Su inteligencia, liderazgo y su profundo humanismo, han sido fundamentales para las personas que hemos tenido la suerte de compartir camino con este hombre irrepetible».
La Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular ha puesto de manifiesto que Joan Guinovart ha sido figura clave para la Sociedad y un referente de la Bioquímica a escala nacional e internacional.
“Era un bioquímico de amplísima y reconocida trayectoria nacional e internacional, alma de sociedades científicas y pionero de la divulgación entre los jóvenes”, destacó el comunicado de la Universitat de Barcelona.
Con Joan Guinovart, el IRB ha escrito una historia de éxito para la investigación liderada desde Catalunya. El científico solía repetir, con el orgullo del padre de la criatura, cómo el IRB ha demostrado que es posible que, en una ciudad como Barcelona, existan estructuras de investigación que puedan competir con el resto del mundo.
Joan Guinovart dotó a este instituto de una naturaleza jurídica como fundación y de una administración eficaz. Pero, sobre todo, supo inculcar el anhelo de la ambición a cuantos trabajaban a su lado. “El éxito depende de cada uno de nosotros”, les repetía con optimismo.
Joan Guinovart y su legado
Su gran anhelo se hizo realidad con el IRB: El Instituto es uno de los motores de la Biociencia en Barcelona, situando la capital catalana como uno de los polos científicos del sur de Europa a partir de la sinergia entre universidad, centros públicos y privados de investigación y empresa.
La contribución de Guinovart no se limitó a la creación del centro. Contribuyó a la política científica de este país de manera muy relevante y no tuvo dudas en defender sus principios con valentía ante políticos, entidades financiadoras u otros agentes del sistema.
Desde sus diversos cargos impulsó diferentes iniciativas cruciales para la mejora del sistema de investigación. Su sentido del deber le llevó a la necesidad de contribuir a hacer crecer el sistema de ciencia en nuestro país y en el mundo.
Fue fundamental su papel de defensor de la divulgación científica. Apostaba por la importancia de explicar la ciencia y hacerla entendible a los profanos, en especial a los más jóvenes.
Ha dejado un gran legado que nunca se le agradecerá bastante. Él contribuyó en la enseñanza, la práctica y la proyección de la ciencia tanto en su tierra como en todo el mundo.
Equipo Torrese
eMagazine 39ymas.com
Origen de las imágenes:
Joan Guinovart: IRB Barcelona
Imagen vídeo de la Universidad de Andrés Bello
Imagen fondo: freepik.es
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