La esterilidad – Leyes y mitos que inventamos
14 mitos sobre la infertilidad. Inventamos toda suerte de leyes y mitos sobre la esterilidad y sobre otros problemas, tal vez para calmarnos, porque la inestabilidad nos asusta.
Nos encanta crear mitos y difundirlos, sobre todo acerca de cuestiones médicas. Parece mentira lo que cuesta admitir la incertidumbre clínica y lo poco que nos gusta oír hablar de probabilidades y no de certezas.
Inventamos toda suerte de leyes y mitos sobre la esterilidad y sobre otros problemas, tal vez para calmarnos, porque la inestabilidad nos asusta y vemos que lo único permanente en la ciencia médica es el cambio. De hecho, hasta estos mitos que hoy os estoy desmintiendo, podrían mañana ser totalmente ciertos.
1. Embarazarse es muy fácil (o muy difícil)
Depende de a quién se esté dirigiendo, el propagador del mito elegirá decir una cosa o la otra. Estadísticamente la probabilidad de embarazo que tienes por mes en condiciones adecuadas es cercana al 20% (2 de cada 10 mujeres) y va disminuyendo con la edad llegando al 10% a los cuarenta y a menos del 1% a los 45.
2. Lo único que influye en la fertilidad es la edad de las mujeres
Como acabamos de leer es un factor de gran impacto, pero por supuesto no es el único. Las causas de la infertilidad son múltiples y suele haber varias implicadas en un mismo caso. A partir de los 35 años la calidad de los ovocitos (los óvulos o gametos femeninos) disminuye en picado, pero también la de los espermatozoides (los masculinos), aunque lo haga a menor velocidad.
3. Cuantas más relaciones tengas más posibilidades de quedarte embarazada
Sólo hay unos días ‘fértiles’ al mes, por lo que si mantienes más relaciones en ese periodo, más posibilidades tendrás de procrear. Pero si las tienes más de una vez al día también disminuye el recuento de espermatozoides por eyaculado de tu pareja, con lo que lo que ganas por un lado lo pierdes por otro. Lo recomendable es tenerlas cuando os apetezcan, intentando acercaros a los días de mayor fertilidad pero sin obsesionarse.
4. La postura es muy importante para quedarme embarazada
Ni para quedarse ni para no quedarse. Suele decirse que la mejor postura es la del ‘misionero’, y de hecho, desde el punto de vista ergonómico es la que deja el eyaculado más cerca del cérvix, pero lo cierto es que ninguna postura ha demostrado ser más útil que otra, así que adopta la que más te guste o mejor aún: combínalas e innova.
5. Otra postura recomendada: después de la relación, ponte cabeza abajo
Más que embarazarte lo que puedes conseguir al hacerlo es lesionarte el cuello. Algunos especialistas recomiendan reposar un rato tumbada después de las relaciones para que permanezca más tiempo el semen dentro de la vagina. No hay datos que corroboren el beneficio de esta práctica, pero no es tan mala idea: ¿a quién no le apetece remolonear un poco después del sexo?
6. Los hombres son más estériles ahora por el uso de ordenadores portátiles
Hay muchas causas implicadas en el aumento de la infertilidad, pero la que más influye es la edad a la que decidimos ahora ser padres. El aumento de temperatura a nivel genital, como la que puede producir trabajar con el portátil en el regazo o llevar ropa muy ajustada, podría dificultar la formación de espermatozoides, pero no a los niveles de ocasionar una esterilidad por sí sólo.
7. Si no tienes un buen orgasmo, no te quedarás embarazada
Si eso fuera cierto la humanidad se habría extinguido hace tiempo. La fertilidad no aumenta por el hecho de que haya habido un orgasmo, ni tampoco porque se desee mucho el embarazo o se incentive el sentimiento maternal mediante el contacto con bebés o con cachorritos de mascotas (sí, os juro que esto también lo he leído).
8. Plantar perejil ayuda a conseguir un embarazo
Siempre me sorprenderá la versatilidad de esta planta, que tanto sirve para aderezar setas como para conseguir un embarazo, un parto o un aborto. No me extraña que sea la palabra mágica de algún cocinero de éxito. Su capacidad para estimular la musculatura lisa uterina podría explicar las creencias infundadas sobre sus efectos reproductivos, pero de momento solo está clara su utilidad gastronómica.
9. Se puede decidir el sexo del bebé con facilidad
Hay múltiples teorías acerca del momento idóneo para concebir un niño o una niña (días pares o impares, periodo lunar, cercanía a la ovulación). Si lo supieran los chinos…
10. La obesidad es una causa de esterilidad
No, a menos que ésta esté causada por un problema hormonal concreto, porque la mayoría de las personas obesas son fértiles. No obstante, no hemos de olvidar que una dieta incorrecta y hábitos tóxicos como el alcohol y el tabaco influyen negativamente en la fertilidad, tanto en la femenina como en la masculina.
11. La esterilidad es consecuencia de mucha masturbación o de una vida sexual muy activa
No y no. En absoluto. Tanto masturbarse como mantener relaciones sexuales frecuentes son actitudes saludables. El riesgo lo da el mantener sexo de forma no segura, lo que aumenta las posibilidades de tener una infección de transmisión sexual. Las secuelas de dichas infecciones en el aparato reproductor son las que pueden influir negativamente en la fertilidad.
12. Las mujeres son las que son estériles
No rotundo. En la etiología de la infertilidad hay una total igualdad de género: un 40% es de causa femenina, masculina en otro 40% y mixta en el 20% restante.
13. La esterilidad es sobre todo un problema psicológico
Aunque el estrés afecta al correcto funcionamiento del sistema reproductor, la mayoría de los casos de infertilidad son debidos a un problema físico. El problema en sí, el proceso de estudio y de tratamiento de la esterilidad son la causa del estrés que suele afectar a estas parejas. Llega a ser una verdadera prueba de fuego para una relación.
14. Es el espermatozoide más rápido el que ‘gana’ y fecunda al óvulo
Ya no. Al contrario de lo que pensábamos hasta ahora, el espermatozoide requiere para fecundar el óvulo, de la participación de una gran cantidad de espermatozoides que le ayuden a erosionar la cubierta del óvulo y también de la participación del óvulo que en cierta forma es capaz de elegir a quién deja pasar. Ya no es el llanero solitario conquistando a la damisela pasiva. La fecundación es un trabajo de equipo en el que ella tiene la batuta. Como debe ser.
© Myriam Ribes
Ginecóloga y experta en Sexualidad Humana y Educación Sexual
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Myriam Ribes ejerce en Menorca (España).
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