La pasión, la obsesión o el fuerte enamoramiento
La pasión es una fantasía sobre la otra persona. Es un ansia, una adicción, que dirige a querer estar siempre cerca de la persona objeto de la pasión.
[Sexo]
La pasión impide ver los defectos de la persona objeto de este sentimiento, antes al contrario se ve adornada con innumerables cualidades. Aparece a los ojos del apasionado como un ser especial, único en el mundo.
La pasión es una fantasía sobre la otra persona, se la idealiza de tal forma que, una vez que este sentimiento finaliza, no se la reconoce. Cuando se ve la realidad objetivamente, cuesta comprender cómo se pudieron haber hecho tantas ‘locuras’ por ella.
Muchas veces se desearía no volver a coincidir más con la persona que fue objeto de nuestra pasión porque nos nos gusta nada de ella, incluso se puede llegar a sentir repulsión hacia ella.
Se podría decir que la pasión es una fuerte atracción física pasajera que lleva a la interacción sexual. Es un ansia, una adicción, que dirige a querer estar siempre cerca de la persona objeto de la pasión.
Diferentes hormonas y sustancias
Científicamente se ha comprobado que en este estado el cerebro incrementa la segregación de dopamina y noradrenalina, sustancias que producen euforia. Pueden ser tan elevados los niveles de estas sustancias que se puede llegar a perder el apetito y el sueño.
La progesterona, los estrógenos y los andrógenos son los responsables de las oscilaciones y de la intensidad del deseo.
Las feromonas, sustancias químicas que segregan los cuerpos fértiles y se transmiten por el aire, pueden ayudar a hacer la atracción más fuerte.
Son olores que se perciben inconscientemente y que son emitidos por los genitales, tanto femeninos como masculinos. Su misión es atraer al otro sexo para la procreación.
Así pues entre la química producida por el cuerpo humano y las fantasías creadas en la mente relacionadas con la persona que nos gusta, se origina una pasión-obsesión hacia esta persona haciéndonos creer que no se podría vivir sin estar cerca de ella, sin poder hablarle ni tocarla y, si no se es correspondido, se sufre indeciblemente, llegando incluso a enfermar.
Cómo detectar una pasión
Para detectar una pasión hemos listado sus principales síntomas:
> Pensar continuamente en la persona de la que se está enamorado.
> Hacer de ella la prioridad ante todo.
> Intentar estar siempre cerca de ella, cualquier excusa es buena para poder volverla a ver aunque sólo haya pasado media hora del último encuentro.
> Tener dudas y miedo a perderla, lo que provoca insomnio, ansiedad y palpitaciones.
Tener celos, que pueden ocasionar taquicardias, sudoraciones y falta de apetito.
> Analizar frases y conductas que ha dicho o hecho la persona de la que se está enamorado para intentar saber si también se es querido.
> Tener la mente bombardeada con continuas ideas y proyectos para realizar cosas en común.
> Sentir agradables sensaciones al pensar en la persona objeto de la pasión.
> Perder cualquier tipo de objetividad.
> Sentir, sin estar ella presente, la presión de sus manos en nuestro cuerpo, su aliento o su perfume.
Si todo esto nos ocurre es que estamos viviendo una pasión o un fuerte enamoramiento. Si somos correspondidos, no habrá mayores problemas y si no, debemos saber que sólo es una cuestión de tiempo.
La pasión se desvanecerá y muy posiblemente cuando la objetividad se haya impuesto en nosotros veremos a la persona objeto de nuestra pasión como es en realidad y muy posiblemente nos preguntemos ¿pero qué le vi yo de especial?
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Equipo Torrese
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Estadísticas:
Frecuencia con la que los españoles mantenían relaciones sexuales a agosto de 2020:
Durex publicó los resultados de su encuesta mundial sobre el sexo en 2006. En ella participaron más de 317.000 personas de 41 países. Es la mayor encuesta por Internet a nivel mundial sobre actitudes y comportamientos sexuales patrocinada por un fabricante de preservativos.
La media del mundo de sitúa en 103 relaciones sexuales al año. España está en las 105 veces. Los griegos llegan a 138 encuentros sexuales anuales y los japoneses llegan a 45 veces.
El 51% de los españoles afirma que hace el amor dos o tres veces por semana; un 20% una vez a la semana; un 12% a diario.
El lugar elegido es la propia casa con un 94%, siendo el dormitorio el lugar preferido, seguido por el salón, el baño y un 8% escoge la cocina.
El 62% de los encuestados planifica el día de la semana del encuentro sexual. Los fines de semana, las vacaciones o cuando se celebra algún acontecimiento especial son, mayoritariamente, los días elegidos.
‘El español ante el sexo: verdades, realidades y mitos’, estudio realizado por la FESS (Federación Española de Sociedades de Sexología) – 2006
6 – 17-03-2018
5 – 10-12-2016
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