Perros y verano – Sus enemigos: Suelo caliente, espigas y mosquitos
Aunque las almohadillas de los perros y gatos están diseñadas para soportar diversas temperaturas ambiente, lo cierto es que sobre materiales artificiales como el asfalto pueden llegar a sufrir daños e incluso a producirse quemaduras.
[Familia – Mascotas]
El continente se prepara para uno de los veranos más calurosos de su historia, según datos de Copernicus, el servicio de vigilancia climática de la Unión Europea.
España, encabezará la lista de países con mucho calor. Estas altas temperaturas no solo afectan a los humanos, sino también a sus animales de compañía, como los perros que, por su naturaleza, necesitan pasar tiempo al exterior.
KIWOKO, nos ofrece información sobre los peligros recurrentes en el verano para los animales de compañía y cómo mitigarlos.
«El verano y los meses previos en los que el calor empieza a aparecer es la época del año en el que conviene prestar especial atención a nuestros amigos de cuatro patas.
El exceso de calor puede causar desde ligeras molestias hasta serias complicaciones en el bienestar físico de nuestros animales.
La principal recomendación es mantenerles vigilados, hidratados, y en lugares con sombra, especialmente durante las horas de mayor calor», explica Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de Kivet, red de centros veterinarios de KIWOKO.
Suelo extremadamente caliente
El suelo caliente es uno de los factores de más alto riesgo en verano. «No hace falta estar descalzo en la arena de la playa o en el asfalto que rodea a las piscinas para saber lo incómodo que puede resultar caminar por ahí, pues bien, con los animales pasa parecido», explica Ramírez.
«Y es que, aunque las almohadillas de los perros y gatos están diseñadas para soportar diversas temperaturas ambiente, lo cierto es que sobre materiales artificiales como el asfalto pueden llegar a sufrir daños e incluso a producirse quemaduras».
Se aconseja, por ejemplo, tocar el suelo tres segundos antes de salir y si quema, lo más indicado es que el animal no deba pisar esa superficie, por lo que se debe evitar darles paseos en horas punta del calor.
Según la experta, «lo ideal es pasearles a primera hora de la mañana, antes de empezar el medio día y al final de la tarde y por sitios preferiblemente con hierba, ya que al ser un entorno natural el calor se amortigua mejor».
Ante heridas, aparición de ampollas o cualquier signo visible de daño, hay que llevar al animal inmediatamente al veterinario para que sea tratado, consultar a tiempo con el especialista es clave para que la mascota no empeore.
Hay que decir que en el mercado del pet care existen actualmente distintos protectores para las almohadillas de los animales tanto para su cuidado e hidratación como para protegerles del calor extremo, como ungüentos o botas protectoras.
Las espigas
Las altas temperaturas hacen que las espigas se sequen y se desprendan. Por ello, aunque los paseos por el campo son ideales en verano, lo que se debe evitar a toda costa son zonas donde haya presencia de ellas.
Las espigas suelen clavarse en las patas y en el interior de los oídos de los animales. Al clavarse, causan mucho dolor y poco a poco van perforando la piel del animal, lo que puede generar inflamación, prurito e infecciones secundarias.
En los casos más extremos se puede necesitar de rayos X si no se sabe la localización exacta de la espiga, ya que pueden llegan a migrar muchísimo.
En animales con abundante pelaje hay que tener especial cuidado porque se pueden llevar a casa varias de ellas sin ser apreciables a simple vista .
En estos casos hay que acudir inmediatamente a los servicios de urgencias veterinarios más cercanos y evitar que el perro se toque o lama la zona donde está clavada.
Los mosquitos, los perros y los gatos
El calor también produce una mayor proliferación de insectos que pueden afectar la salud de los animales de compañía. La picadura de estos insectos puede derivar en picazón, irritación, molestias, inflamación e incluso infecciones y transmisión de enfermedades.
Tanto los gatos como los perros, aunque tienen pelaje que les protege, son susceptibles de picaduras en zonas más desprotegidas de pelo como abdomen, orejas u hocico.
La mayoría de los mosquitos o moscas picadores suelen provocar molestias simples, sin embargo, hay otros mucho más peligrosos, como el flebótomo o el Culex Pipiens.
El flebótomo actúa como vector del parásito Leishmania Infantum, productor de la leishmaniosis, una enfermedad que, de no tratarse a tiempo, puede ser fatal.
Por su parte, el Culex pipiens actúa como transmisor del parásito Dirofilaria Immitis, el cual provoca la dirofilariosis canina, una enfermedad que ataca al corazón y/o a los pulmones del animal, pudiendo también llegar a ser letal.
Para ayudar a mitigar el riesgo de las picaduras de mosquitos y moscas en animales de compañía se encuentran los collares antiparasitarios, las pipetas, los sprays repelentes, siempre bajo la supervisión de un veterinario.
«También, es importante mantener al día la vacunación, los entornos protegidos y al animal siempre hidratado ante el exceso de calor y ante cualquier eventualidad consultar siempre con el veterinario», aconseja la experta.
Equipo Torrese
eMagazine 39ymas.com
Fuentes:
KIWOKO
Grupo de tiendas para el cuidado animal
Peluquerías para mascotas
Asesoramiento veterinario
Ilunion – Comunicación Social
mgarciaj@ilunion.com – agarciapa@ilunion.com
Madrid
Origen de las imágenes:
freepik.es – Generado con IA
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