Presentación del libro «¡No quepo, no quepo!»

 

Sala Ámbit Cultural, El Corte Inglés, Barcelona (España)
Presentación del libro «¡No quepo, no quepo!»
17 de julio


Fotografías:©2013 L. Sedó

La presentación de la novela de Lourdes Miquel, «¡No quepo, no quepo!», ha corrido a cargo de Juan Vicente Piqueras, profesor de español y poeta, y de Eduardo Aznar Anglés, profesor, así como de Gillian Pollock, editora, de GP (Guid Publicaciones).

El acto ha reunido a un numerosísimo público que ha tenido la oportunidad de conocer algunas de las anécdotas y detalles de la obra de la mano de su autora.

Finales de los ochenta. Madrid. Una tarde de domingo. Un café emblemático de la ciudad repleto de gente. Una mesa ocupada por una mujer. Un hombre que le pregunta si puede sentarse en una silla libre que hay junto a ella. Una vez sentado, el desprevenido interlocutor se ve envuelto en un torrente de palabras de su desconocida compañera, un monólogo sobre la condición existencial de aquellos que no caben en esta sociedad, como indica el grito que da título a la novela.

Gillian Pollock ha confesado que «el libro me encantó, aunque esa fue la parte emocional». Con respecto al negocio pensó que «sería un best-seller».

Pollock ha explicado que Lourdes Miquel comentó a su editora que el libro estaba dedicado al señor Bio-Manán, y que ella pensó «que era un amigo íntimo suyo». El comentario ha arrancado las risas del público. Pollock ha reconocido que está aprendiendo todavía a dominar un poco más el castellano.

El profesor y poeta, Juan Vicente Piqueras ha dicho que la obra «es un monólogo imparable, desbordado, frenético y que no deja títere con cabeza, desde la primera página, hasta la última».

Ha destacado que el volumen posee un elemento clave: «La gracia en todos los sentidos de la palabra. La protagonista de este libro desborda gracia por todas la costuras, lo mismo que desborda gracia y grasa por todas sus costuras también».

Piqueras ha definido ¡No quepo, no quepo!, como «el monólogo torrencial de una gorda. Un monólogo que habla de un drama gordo, pero contado con mucha ligereza y con mucha gracia».

Ha descrito a su protagonista, Julia Moreno, como una mujer «humillada y relegada de la sociedad, pero no por motivos económicos, sino por motivos estéticos; por motivos de peso. Es una gorda y los gordos, en nuestra sociedad, están mal vistos. Lourdes aborda con corrosión todo el sistema ético y estético en el que se funda esta sociedad».

Piqueras ha reflexionado también acerca del por qué Julia Moreno se acerca a un desconocido y le explica torrencialmente su vida: «No creo que sea porque esté loca; lo que sí está claro es que está sola». «Hay una soledad profunda en este personaje y creo que aborda un tema triste y terriblemente contemporáneo: el terror al amor», ha ampliado. También Piqueras se ha cuestionado si Julia está realmente gorda, ya que no se nos revela su peso nunca: «Hubo un momento en el que pensé: ¡A ver si va a ser el delirio de una anoréxica!».

«La novela roza el drama psicológico pero en ningún caso lo es. Está mucho más cerca de la novela de sátira social, de la novela picaresca; una mirada muy lúcida sobre la sociedad de la España de los años ochenta pero que, en realidad, también es la de los noventa, la de los 2000…», ha concluido Piqueras.


Fotografía:©2013 L. Sedó

Eduardo Aznar, profesor de Lengua y Literatura, y especialista en el monólogo interior, se ha centrado en el fracaso amoroso de la protagonista y del mecanismo que se utiliza, el humor, para abordar también el drama. «Ningún amor interesante es interesante, a no ser que sea un amor fracasado», ha ironizado Aznar.

«Aguda lingüísticamente e inteligente, Julia desarrollará capacidades compensatorias, habilidades para el disimulo, o para sortear ocasiones humillantes». Ha observado que el personaje huye de la posición de víctima y que se sirve de estos mecanismos para «salvarse». A propósito del recurso literario del monólogo, también dicho que no podía dejar de pensar en «Cinco horas con Mario», pero que la diferencia principal es que, en este caso, la protagonista no tiene reproches para con su interlocutor y que se vale, sobre todo, del humor.

Lourdes Miquel, nos ha contado que puesto que la novela estaba ya escrita desde hacía unas décadas, tenía que pasarse del formato mecanografiado al informático. Por este motivo decidió reescribirla y convertir a Julia en un personaje de nuestros días. Pero la autora descubrió «que no podía cambiar absolutamente nada, porque una novela es un universo que está absolutamente trabado, y que es imposible mover una pieza sin que se caigan todas. También descubrí que parte de la gracia de Julia radicaba precisamente en que era protagonista de esa época, finales de los ochenta y caí en la cuenta de que Julia, a pesar de ello, mantenía el drama; que el drama era actual».

«Los gordos siguen existiendo pero se les llama otras cosas como por ejemplo «mórbidos», «bulímicos», pero igualmente siguen siendo culpables. Socialmente hablando, los gordos siguen sin tener sitio, sin caber, siguen siendo mal vistos, expulsados de los cánones…», ha proseguido Lourdes.

La autora nos ha contado que está satisfecha si ha arrancado risas, pero también se pregunta si habrá conseguido que surja alguna lágrima.

Lourdes prosigue con si habrá conseguido que el lector reflexione sobre la «tremenda soledad de la protagonista porque todos cabemos en su piel, todos juntos y también si habré logrado que todos pensemos en lo duro y difícil que es sentirse distinto, aceptado, juzgado por algo tan inmensamente banal como es el físico»

La escritora nos ha revelado que ha pretendido establecer un «paralelismo entre un gordo, como es Julia, y todos aquellos que, por otras razones, no tienen sitio, o no les dejamos tener sitio».

«Me gustaría que aquel grito que hemos soltado todas alguna vez en un probador de «¡No quepo, no quepo!», sea también una gran metáfora de todos aquellos que no caben».

Según Lourdes Miquel, «el libro está dedicado, además de al señor Bio-Manán, a muchos jóvenes que me rodean y a los que quiero, y en los que confío profundamente, y que espero que también sean capaces de gestionar mejor las diferencias al ser adultos y que espero que siempre «quepan»».

Lourdes Miquel es autora de numerosos libros de texto, relatos y guiones cortos y es conocida experta en didáctica del español; desde hace años desarrolla trabajos de investigación y docencia.

 

 

 

 

 

Equipo Torrese
Barcelona, 17-07-2013