Prótesis de pene – El implante ayuda a alcanzar la erección

La implantación de una prótesis de pene es el último recurso terapéutico ante determinados casos en que otros tratamientos, principalmente la medicación oral y las inyecciones intracavernosas, han fracasado.

[En Masculino / Sexo]

 

Los avances en cirugía protésica proporcionan más naturalidad en las relaciones sexuales de los pacientes con prótesis de pene.

Según diversos estudios, entre un 20% y un 50% de la población masculina adulta sufre disfunción eréctil, un problema que es especialmente prevalente a partir de los 60 años de edad.

Asimismo, la mayor parte de los tratamientos para el cáncer de próstata, vejiga y colorectal inducen daños en los mecanismos de erección alterando el correcto desarrollo de la vida sexual de los pacientes y sus parejas.

Varios estudios han evidenciado que inicialmente los pacientes se muestran altamente preocupados por superar su cáncer, pero que con los buenos resultados oncológicos actuales, posteriormente pretenden rehacer una vida normal en todos sus aspectos. En muchos casos, restablecer una vida sexual al paciente y a la pareja se asociará a una gran mejoría en su calidad de vida.

 

Prótesis de pene

La implantación de una prótesis de pene es el último recurso terapéutico ante determinados casos en que otros tratamientos, principalmente la medicación oral y las inyecciones intracavernosas, han fracasado.

La cirugía protésica para tratar la disfunción eréctil ha experimentado grandes avances en los últimos años, tanto en lo que hace referencia a los materiales como a las técnicas quirúrgicas, lo que ha hecho disminuir las complicaciones y aumentar el grado de satisfacción de los pacientes.

En la actualidad, un 90% de los pacientes sometidos a esta cirugía se muestran altamente satisfechos con los resultados obtenidos, se volverían a someter a la cirugía y la aconsejarían a otros pacientes con la misma situación clínica.

Hay que hacer especial hincapié en que su utilización no afecta el deseo sexual, la eyaculación ni el orgasmo, aspectos que el paciente debe conocer previo a cualquier intervención. De todos modos, es frecuente que los pacientes a los que se les ha implantado una prótesis de pene se consideren nuevamente potentes y consecuentemente aumenten su deseo sexual y el interés para reanudar sus relaciones.

 

La prótesis de pene hidráulica

Existen diferentes tipos de prótesis, si bien el modelo mas avanzado es la prótesis hidráulica integrada en tres componentes. Ésta consiste en dos cilindros que se implantan en ambos cuerpos cavernosos del pene, un mecanismo de activación situado en el escroto y un reservorio alojado en la proximidad de la vejiga.

El mecanismo no es más que un sistema hidráulico que moviliza el líquido entre los distintos componentes de la prótesis para aumentar o disminuir la rigidez del pene según la demanda del paciente.

Toda la prótesis se implanta por una pequeña incisión de apenas 2 centímetros en el escroto, prácticamente imperceptible. Con los modelos actuales, la erección y la detumescencia (retorno al estado de flacidez) son prácticamente idénticos a los fisiológicos.

 

Fuente: Centro Médico Teknon

 

Colocación del implante

Los pacientes que no obtienen buena respuesta a los medicamentos o a las inyecciones intracavernosas tienen la opción de tratarse con una prótesis de pene.

El implante peneano se coloca quirúrgicamente en el cuerpo de un hombre y está diseñado para ayudarlo a alcanzar una erección. Muchísimos hombres han podido regresar a una vida sexual plena y saludable después de esta operación relativamente sencilla.

La anestesia de esta cirugía suele ser raquídea, es decir, de cintura para abajo y el tiempo de ingreso es de 1-2 días. Tras la cirugía, se aconseja que el paciente no utilice la prótesis durante 6 semanas.

Una vez dado de alta el paciente continuará con un  tratamiento antibiótico y antiinflamatorio durante unos 12 días. Los mayores riesgos de esta cirugía son la infección de estos dispositivos o un fallo mecánico de las mismas que pueden obligar a su extracción.

Las tasas de infección suelen ser muy bajas y están en el momento actual por debajo del 3%. En el caso de producirse, la única opción es la retirada de la prótesis.

Es característico de sospecha de infección de una prótesis cuando el dolor en el pene o en escroto no mejora o va aumentando con los días, que la zona quirúrgica esté roja o inflamada, fiebre persistente o que la herida siga supurando durante más días de lo habitual.

 

Volver a la normalidad sexual

Normalmente se puedan reanudar las relaciones sexuales a las seis semanas de la intervención. Seguramente habrá alguna ligera incomodidad inicial, particularmente en parejas que no han tenido relaciones sexuales por mucho tiempo.

Con frecuencia es útil el uso de lubricantes o el cambio de posiciones. El implante peneano no va a lesionar a la vagina. Lo más importante para el retorno a una vida sexual satisfactoria es que las parejas se comuniquen y que tengan paciencia.

 

Funcionamiento de diferentes prótesis de pene

Hay diferentes modelos de prótesis peneanas. Básicamente consisten en unos cilindros de material biocompatible que se alojan en los cuerpos cavernosos (el espacio que en condiciones normales se llena de sangre en el pene durante una erección) y que procuran una rigidez suficiente para las relaciones sexuales.

Prótesis de 3 componentes. Los cilindros se introducen en los cuerpos cavernosos y el reservorio, donde se aloja el suero que se comunica con los cilindros para hinchar la prótesis junto a una bomba, se coloca en el escroto, entre los testículos, que permiten accionar la prótesis.

El funcionamiento de una prótesis de pene es sencillo: el paciente aprieta la bomba (que es como ‘una pelota pequeña de plástico’) que está situada entre los testículos y abre el reservorio con líquido que está situado en el abdomen (es como una bolsa de pequeño tamaño que se rellena de suero); al abrir el reservorio, el líquido del mismo se traslada a los 2 cilindros que están introducidos en los cuerpos cavernosos del pene que se rellenan y por tanto simulan una erección.

En este proceso, el glande no se rellena porque parte de él no tiene cuerpo cavernoso. Ninguno de los componentes de estas prótesis de pene se puede ver cuando el paciente está desnudo.

 

Prótesis de pene maleable o de dos cilindros

Las prótesis de pene maleables son dos cilindros de silicona con una alma metálica y maleable en su interior que se manejan de forma manual, doblando el paciente estos cilindros para poner el pene recto para la penetración.

Cada cilindro se introduce en los cuerpos cavernosos tras realizar una incisión en los mismos. El paciente está en erección continua pero puede doblar el pene según sus necesidades, por lo que no suele notarse al estar vestido.

Para algunos pacientes, esta situación puede resultarle incómoda por lo que debemos avisarle siempre antes. También esta opción es buena en pacientes con problemas de movilidad en las manos que les pudiera resultar difícil inflar una prótesis de 3 componentes.

 

Porqué un implante

La principal razón para implantar una prótesis peneana es la de permitirle al hombre lograr una erección satisfactoria para tener relaciones sexuales. Para muchos hombres, el implante peneano constituye la única solución posible para este problema.

La alternativa está entre seguir impotentes e incapaces de mantener relaciones sexuales, o pasar por un procedimiento quirúrgico y regresar a una actividad sexual normal.

Todo hombre que esté considerando un implante peneano deberá ser una persona emocionalmente estable, tener un apetito sexual normal y considerar que el sexo constituye un aspecto importante de su vida. 

No deberá tener ningún problema severo de salud que pueda limitar su capacidad sexual. En general la edad no es, de por sí, un factor a tomarse en cuenta.

La mayoría de los hombres con impotencia no han perdido su capacidad para tener un orgasmo, eyacular o engendrar un hijo. Si estas habilidades están presentes antes de la operación de implantación, deberán continuar después de ésta.

Es mejor que la compañera sexual del paciente participe en la decisión de llevar a cabo un implante peneano. La compañera tendrá preguntas y preocupaciones respecto al procedimiento y deberá también adaptarse a esta nueva relación física.

Una comunicación abierta entre las partes de una relación sexual  es tan importante para el éxito del implante como la operación misma. La relación sexual es lo primordial del compartir humano y va más allá de todas las otras experiencias.

 

 

Equipo Torrese
eMagazine 39ymas.com  

Origen de las imágenes:
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