A los cuarenta, vista cansada (presbicia) – Consecuencia normal del envejecimiento
[Activa tu salud]
La “vista cansada” es una consecuencia normal del envejecimiento
Dicen los oftalmólogos que tarde o temprano todos padeceremos presbicia, un trastorno conocido más popularmente como «vista cansada», que constituye la principal anomalía visual que afecta a la población española mayor de 40 años, y con una incidencia en aumento. Se estima que en la actualidad el 40 por ciento de los españoles -unos 18 millones de personas- la sufren.
A partir de dicha edad se comienzan a notar los síntomas que confluyen en una disminución progresiva de la visión, independientemente del sexo, edad, hábitos alimentarios e incluso genética. Por tanto, al tratarse de una consecuencia normal del proceso de envejecimiento, la presbicia es un problema fisiológico y no patológico; en otras palabras, es producto de una evolución natural y no una enfermedad de los ojos. Quizá por ello se desconocen métodos para prevenirla.
Normalmente, cuando se mira hacia lo lejos, el cristalino, es decir, la lente que tenemos dentro del ojo, se mantiene plano, mientras que si la mirada se dirige hacia un objeto próximo el cristalino se abomba para cambiar el enfoque. El problema sobreviene cuando -pasados los cuarenta- ese cristalino comienza paulatinamente a perder elasticidad y con ello la capacidad de acomodarse para enfocar los objetos cercanos, conservándose la visión de lejos.
Problema psicológico
Al principio, cuando la persona afectada se dispone, por ejemplo, a leer, prácticamente sin darse cuenta comienza a alejar el texto objeto de su lectura para buscar más luz y una distancia ideal de enfoque, hasta que llega un momento en que con ninguna de estas dos acciones consigue ver bien. Esa es, sin duda, la señal de alarma para visitar al oftalmólogo.
Sin ser un problema especialmente grave, para algunos -más de la mitad de los españoles, según una encuesta realizada en 2005- puede ser preocupante y ocasionar un problema psicológico al relacionarlo con el inicio de la vejez, pero en todo caso sí resulta un trastorno incómodo, pues entorpece determinadas acciones cotidianas como mirar la hora en un reloj de pulsera, marcar los números del teléfono, distinguir la procedencia de una llamada entrante, leer un libro o un periódico, o incluso conducir. Unido a la visión desenfocada de los objetos cercanos, suele haber otros síntomas asociados como la necesidad de más luz para verlos, fatiga ocular o dolor de cabeza. La presbicia afecta más precozmente a los hipermétropes y a las personas con visión normal, pero con los años afecta también a los miopes. También se consideran factores desencadenantes el padecer anemia, ser diabético, el consumo de algunos medicamentos y el empleo continuado de la visión cercana.
Tratamiento
Los expertos advierten que uno de los mayores peligros de la presbicia es no aplicarle tratamiento, ya que si el proceso de deterioro de la vista es inevitable, nada peor que someter a los ojos a un sobreesfuerzo para, por ejemplo, leer. Tradicionalmente, este problema se ha venido solucionando con gafas o lentes de contacto, pero en la actualidad la cirugía oftalmológica con láser se ha mostrado como una opción bastante eficaz para dar una solución a la vista cansada.
En relación con las gafas o las lentillas para corregir la presbicia, el oftalmólogo y/o el óptico se encargan de prescribir para el afectado las más apropiadas, acordes con el grado de cansancio visual, su edad u otras alteraciones de la vista que pudiera padecer. En algunos casos basta con adquirir lentes bifocales.
Mono y bifocales
Las gafas de lentes monofocales se recomiendan para realizar tareas de visión cercana durante mucho tiempo consecutivo, pero desenfocan las distancias lejanas e intermedias. Las provistas de lentes bifocales permiten ver de cerca y de lejos sin corrección, o con la que precisara antes por miopía o hipermetropía; éstas se recomiendan cuando se necesita alternar con frecuencia entre visión cercana y lejana.
Las gafas multifocales o lentes progresivas permiten la visión a cualquier distancia, variando la posición de la cabeza. La estructura es la misma que la de la lente bifocal, pero con la ventaja añadida de que estéticamente no tienen el corte en el cristal de las bifocales. Todas las gafas correctoras requieren un tiempo de adaptación, que en el caso de bifocales y multifocales suele ser más largo.
En cuanto a las lentes de contacto, hay lentillas correctoras con todos los sistemas citados, incluso con una corrección para un ojo para ver de cerca y otro de lejos. Esta posibilidad, denominada «monovisión», permite prescindir de las lentes bifocales o las gafas para leer, pero puede tornar borrosa la percepción de la profundidad de campo.
En cualquier caso, el mejor método es aquel al que cada persona se acostumbre mejor. La adaptación o cambio de gafas y/o lentillas debe hacerse cada cierto tiempo, debido a que la capacidad para enfocar sigue disminuyendo con el paso del tiempo. Es aconsejable acudir a revisión cada dos años, y nunca se deben usar gafas o lentillas sin control del especialista.
Cirugía
Quizá lo más novedoso hoy día son los nuevos procedimientos quirúrgicos mediante láser que solucionan la presbicia en quienes no desean usar gafas ni lentes de contacto. Estas técnicas tienen, además, la ventaja de que no requieren hospitalización y la recuperación es bastante rápida. No obstante, dicho tratamiento no es definitivo, ya que aunque el problema quede corregido, con el paso del tiempo el músculo que actúa sobre el cristalino vuelve a perder elasticidad.
En algunos casos se implantan lentes intraoculares o de visión multifocal. Estas lentes se instalan en la cámara anterior o posterior del ojo, según los casos, evitando la extracción del cristalino del paciente. Suponen una revolución al proporcionar un enfoque continuo de lejos y de cerca, permitiendo al paciente olvidarse de las gafas. Sin embargo, algunos especialistas reservan estas lentes sólo para pacientes bien seleccionados y fundamentalmente hipermétropes.
Controversia
En realidad, todas estas técnicas quirúrgicas son aún controvertidas, pues los especialistas discrepan sobre cuál es la mejor para solucionar la presbicia, y algunos incluso aducen que la corrección quirúrgica tiene todavía ciertas limitaciones, aunque se vislumbran prometedoras perspectivas por lo que hay que seguir investigando.
Otros se manifiestan en contra de la banalización de la cirugía con láser para solucionar la presbicia, ya que al tratarse de una intervención quirúrgica, además de costosa, siempre hay un riesgo y por tanto hay que desconfiar de las ofertas baratas que con tanta alegría se publicitan. De ahí la necesidad de informarse bien previamente antes de elegir un centro oftalmológico para someterse a una operación.
Recuerde… La presbicia o vista cansada se puede corregir
Acuda al oftalmólogo si observa disminución en la capacidad para enfocar objetos cercanos y fatiga ocular. Una vez le sea prescrita la graduación, en su óptica o en su farmacia podrá adquirir las gafas adecuadas a su vista cansada.
El Periódico de la Farmacia
Publicación de información sanitaria, Nº 80
www.elperiodicodelafarmacia.com
Ver:
Incremento de enfermedades oculares debido a la exposición a la radiación ultravioleta sin gafas de sol
Cómo elegir las gafas de sol – El modelo debe adaptarse a la protección ocular que necesita el individuo
Los problemas oculares y de la vista aumentan un 25% en verano
No usar lentillas en piscinas, saunas o spas – Las personas que usan lentillas tienen un riesgo de infección altísimo
Síndrome visual informático – Vista cansada
El 26% de la población española padece astigmatismo – Visión borrosa y distorsionada
Historia de las lentes de contacto – Del cristal corrector a las lentillas que imitan la córnea humana
Página de origen de la imagen:
bodas.detalles.blogspot.com
8 – 04-11-2017
7 – 17-08-2016
6 – 23-08-2015
5 – 23-11-2014
4 – 27-12-2013
3 – 27-10-2011
2 – 25-09-2010
1 – 24-08-2009
1ª quincena julio 2009